jueves, 1 de noviembre de 2007

Cómo quisiera...


Cerrar los ojos, confiar y no sufrir...
Que tus besos dejen de saber a miel...
Que tu olor deje de ser un imán de deseo...
Que los momentos contigo dejen de hacerme feliz...
Escuchar tus palabras sin que me devoren y absorban...
Que tus miradas dejen de desnudarme y hacerme sentir mujer...
Que pudieras estar en la misma sintonía que la mía...

Usted se va en un anochecer estrellado, yo subo a un tren con rumbo directo hacia el control que deja a su paso aquellas sensaciones primitivas que nunca sentí...

Hoy la belleza de la aventura...pierde su puesto por la necesidad de la calma y el temor a la entrega no correspondida...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La calma viene cuando no hay temor, cuando te permites fluir con la vida....
Cuando te permites ser libre hasta para sufrir, porque cuando hay un por que vivir, siempre cualquier como se hace superable....
Con tal certeza el camino que tu decidas elegir se abrira a tus ojos... lleno de esperanza y felicidad......

K.

Anónimo dijo...

Wow! Qué bacán como has escrito así sobre una crema de champigñones...jijiji...

Daniel

Yo Claudia... dijo...

ok Danielillo, intenté escribir sobre la crema de champignones pero aún no lo publico...jajaja!! Besos!

Unknown dijo...

difícil no? el deseo siempre jala. te hace olvidar q realmente vale más el amor de verdad, correspondido, steadfast (no me sale en castellano...) ese q te sostiene y te acompaña, y aunq no sea un roller coaster de emociones y sensaciones... es el q más satisface (cuando lo encuentras y dura)