sábado, 8 de agosto de 2015

Solo preguntaba...

¿Cuántas veces me he preguntado por qué hago lo que hago?
 Muchas veces.

Y algunas de ellas, es tanto el tiempo que me demoro en responder 
a esta pregunta que he llegado a escuchar el chirrido de un grillo.

Y es que siento que esta es una de las preguntas más importantes
que uno puede hacerse a sí mismo y que en su respuesta (si es verdadera)
podría encontrar la motivación intrínseca más interesante.

Y esta motivación replicada a otros escenarios podría ser la clave para el
éxito (entendido como tranquilidad espiritual).

 Pero puede que la respuesta que dé a la gran pregunta:
¿Por qué haces lo que haces Claudia? tenga más que ver con justificar
mi mundo emocional (totalmente impulsivo) que con la verdad pura.

Pero ¿cuál es esa verdad pura?, ¿en qué momento soy realmente  transparente conmigo?:
cuando hago lo que hago porque me nace hacerlo o cuando hago lo que hago pensando
en que eso es lo que debo hacer?

¿Quién eres realmente Claudia? Tu nombre, tu origen, tu vida, tus acciones,
 tu esencia, ¿lo que tu mente calla o lo que tu racionalidad justifica?...

 Y de pronto: vuelvo a escuchar el chirrido de un grillo.

No hay comentarios.: