Andrea tiene mucho de Claudia
Claudia tiene mucho de Andrea
Andrea está camino al cielo
Claudia conoció el cielo gracias a Andrea
Claudia hoy se siente triste
Andrea inspira a Claudia para escribir este post...
Y es que cuando la conocí...vi a una pequeña muy frágil en una situación de riesgo...
creo que esto fue lo que me hizo conectar automáticamente con ella...cuando yo era pequeña fui expuesta sin querer queriendo a muchas situaciones de riesgo...y verla tan vulnerable me hizo querer ayudarla con todas las herramientas que yo había podido acumular...
Pero poco a poco ella fue ayudándome más a mí que yo a ella, fue mi ejemplo: ejemplo de valentía, de motivación, de alegría, de fuerza, de entrega, de hija, de heroína. Varias veces me pregunté cómo es que esta niña podría ser menor que yo...pero realmente ni siquiera pasa los 6 años de edad...
Hoy siento que me la pones difícil Andrea, porque ahora yo que acumulé tantas herramientas para ayudarte...necesito usarlas para ayudarme...para ayudarme a entender por qué te vas...para ayudarme a entender qué fue lo que no funcionó...para ayudarme a entender porque los ángeles no pueden estar más tiempo con nosotros en la tierra...
Ayer nos tomamos la última foto...como me dijo tu papá...el GRAN ENRIQUE...cuando escuché la palabra última salir de su boca no pude evitar sentir...sentir como un pistolazo en mi cabeza...porque me enseñaste mucho, porque me ayudaste a disfrutar cada segundo, porque eres la pequeña Claudia que intenté salvar y no pude...la pequeña Andrea invidente que ve más de lo evidente...la pequeña Andrea débil que tiene más fuerza que ninguna...la pequeña Andrea que cuando quiere algo se aferra a esto con la mayor determinación...porque eres la pequeña Andrea que confía en los que ama para sentirse tranquila y sonreír...
Hoy derramo unas lágrimas por mí, no por ti pequeña gran Andrea...hoy lloro y estoy triste porque tengo que demostrarme a mi misma que dí lo mejor de mí y que no fue suficiente...hoy sin la nariz puesta me doy cuenta que soy un ser humano como todos y que no soy ni fuerte, ni valiente, ni confío...hoy me doy cuenta que quiero esconderme para finalmente poder simplemente ser...
2 comentarios:
Vi a Andrea ayer. Sentadita en su cama. Ojos que no ven y que sí ven. Callada. Hace casi un año que la conocimos. Callada. Pero diferente. Aquella vez se respiraba ansiedad en su habitación. Estos días, Andrea me contagia paz. Mis manos dirigen la orquesta de mi caja musical. Me miento a mí mismo: quiero relajarla. Pero es ella quien me tranquiliza, me sosiega. Mentiroso yo: quiero iluminar su espacio con los colores de mi vestuario. Pero es ella la que me da luz con su rostro trasfigurado, calmado, presente. Egomaníaco yo: quiero ser el héroe. Pero cada vez que me despido salgo con el corazón hinchado de agradecimiento porque me dejas pasar esos minutos contigo.
Das días maravillosos. Y esa es tu grandeza.
Que uno de esos días sea el último e alguien, dolorosamente, no depende de ti. Y esa es la pequeñez.
Gracias a ti y a quienes dan lo que tú das. Sin ti, hasta el último día hubiera sido un peor día.
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